• 13 de febrero de 2025 12:14 AM

¡Dejemos de simular!

Feb 12, 2025

La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que para el presente periodo ordinario de sesiones en el Congreso, que arrancó el primero de febrero, enviaría una serie de reformas, entre las que se encuentra la pretensión de eliminar diputados y senadores plurinominales.


De las pocas voces en contra, fue la del titular de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien calificó la propuesta como una “barbaridad”.


El polémico legislador hizo un recordatorio acerca de que la reforma política-electoral de 1977 abrió las puertas del Congreso a las fuerzas políticas minoritarias al integrar el sistema de representación proporcional.


“Los que hablan de eliminar a los “pluris” están diciendo barbaridades, ni se enteran porque no conocen la historia electoral del país, no conocen la historia por la democratización del país, no conocen lo que ha costado ese tipo de cosas, solo hablan desde el prejuicio y la despolitización”, dijo el senador a través de un video publicado en redes sociales. (Ups)


La propuesta de eliminar legisladores plurinominales ha resurgido en el debate público, argumentando que estas figuras no representan directamente al pueblo, sino a los intereses de los partidos políticos, y tiene razón.


Pero con ese argumento, creo que es momento de cuestionar el tamaño total del Congreso y la necesidad de reducir el número de diputados en general.


El sistema legislativo actual en México cuenta con 500 diputados federales, de los cuales 300 son electos por voto directo en sus distritos y 200 son plurinominales, asignados por listas partidistas según la votación obtenida.


Aunque los diputados de mayoría relativa tienen un mandato teóricamente otorgado por los ciudadanos, en la práctica su lealtad suele estar más alineada con su partido que con los votantes, lo que los desconecta de las necesidades reales de la población y las decisiones legislativas.


En la mayoría de los casos, los legisladores priorizan las líneas ideológicas de sus partidos, obedeciendo instrucciones sin cuestionamientos y dejando de lado el interés ciudadano, la eliminación de los plurinominales es un paso, pero la verdadera reforma debe enfocarse en la reducción de los escaños totales en la Cámara de Diputados para lograr un Congreso más eficiente y menos costoso.


¿Cuánto cuesta un legislador?
El costo de mantener a 500 diputados federales es inmenso, cada legislador recibe una dieta mensual aproximada de 75 mil pesos, más prestaciones y apoyos para asistencia legislativa y atención ciudadana, lo que eleva el gasto a cifras multimillonarias anuales, súmele los gastos operativos de las oficinas, personal, viajes y otros rubros que terminan financiados con recursos públicos.


Reducir el número de diputados implicaría un ahorro significativo para el país, destinando esos recursos a sectores prioritarios como salud, educación e infraestructura.


Países con poblaciones similares o mayores a la de México operan con congresos más pequeños y funcionales. Por ejemplo, Estados Unidos, con más de 330 millones de habitantes, tiene una Cámara de Representantes con solo 435 miembros. México, con menos de la mitad de esa población, mantiene 500 diputados, lo que evidencia un Congreso sobredimensionado y costoso. Más diputados no significa mejor representación.


Un Congreso con menos integrantes permitiría debates más ágiles, mayor escrutinio ciudadano y una reducción de los compromisos clientelares.


Según el artículo 56 de la constitución mexicana, el Senado se integra por 128 senadores, de los cuales: 2 serán elegidos en cada entidad federativa según el principio de votación mayoritaria relativa, uno será asignado a la primera minoría en cada entidad federativa, y
los 32 restantes serán elegidos según el principio de representación proporcional, mediante una lista nacional.


Supuestamente este esquema garantiza representación tanto por mayoría como por minoría y permite una representación proporcional a nivel nacional, bajo este mismo argumento, ¿qué les parece si también nos quedamos con solo 128 diputados federales?
Si queremos entrarle al cambio, hagámoslo de fondo, dejemos de simular.


Gracias por su atención y tiempo, y por favor, ¡sonría!, recuerde que siempre puede ser peor.