Por Roberto Bahena
Por séptima ocasión en menos de un año integrantes del colectivo Madres Buscadoras de Sonora localizaron en la ciudad de Nogales cuerpos sin vida en la zona conocida como La Comaya, la cual es utilizada por miembros del crimen organizado para desaparecer cuerpos.
El sábado 18 de enero pasado, ubicaron los cuerpos de tres hombres y una mujer, los cuales son de identidad desconocida, por lo que peritos de la Fiscalía General de Justicia hicieron el levantamiento del cuerpo para que el Servicio Médico Forense realice las necropsias y el muestreo de ADN para intentar identificarlos.
La mujer tenía varios tatuajes, un con la leyenda “Mándala corazón”, dos más con los nombres Dariana y Arlett, un atrapasueños y unas alas, además de que vestía pantalón rojo y suéter negro.
Uno de los hombres vestía pantalón y suéter negro, la otra víctima playera y camiseta de tirantes roja, sudadera gris y bóxer verde; mientras que el tercer sujeto sudadera azul, bóxer amarillo y pants negro.
Las Madres Buscadoras ubicaron el 19 de mayo de 2024 siete cuerpos en cuatro fosas, el 9 de junio ocho fosas con 10 cuerpo, el 12 de agosto un cuerpo, el 18 de agosto un pozo utilizado como crematorio aún encendido, el 19 de septiembre de nueva cuenta encontraron restos humanos en dicho pozo y el 27 de septiembre un cuerpo.