Por: Edgar Molina
A mi nadie me preguntó pero… oficialmente la Guerra de Aranceles ha comenzado en el planeta.
Si utilizáramos la analogía de una partida de Blackjack, al inicio de todo esto parecía solo era un “bluff” de Estados Unidos, una forma de presionar y de intimidar a los demás jugadores.

Donald Trump es el jugador provocador, el desafiante, el que quiere hacer menos a los demás. México es el jugador precavido que quiere ver como reaccionan los demás para actuar. El que necesita del respaldo moral del resto de los presentes para saber que no se ha equivocado. Mientras tanto Canadá, en cuanto lanzó sus cartas Trump, ellos ya tenían listas las suyas. Su jugada igual a la que le tiró su rival (más aranceles).
Es momento que nuestro país decida como jugar.
Hemos platicado con especialistas en economía y tras conocerse que los aranceles hacia productos mexicanos importados a Estados Unidos tendrían un incremento en sus aranceles del 25%, nos dijeron “aguas con una recesión”.
México depende muchísimo de Estados Unidos. Un tercio de la economía mexicana se basa en la exportación de productos a nuestros vecinos del norte. Pero también importamos de allá el maíz de las tortillas, la gasolina para nuestros carros, el gas para nuestras industrias, entre otros elementos que hacen del día a día tal cual lo conocemos.
Colocar aranceles a estos productos implicaría que nosotros encontraremos estos más caros en los anaqueles, que habría que pensar en controles de precios, en medidas para hacer frente a una crisis económica que debe ser evitada, más no sé si evitable.
Es momento en que la diplomacia debe jugar un papel clave. Hay una frase con la que ha insistido mucho la presidenta de México “coordinación sí, subordinación no”. La independencia en decisiones y la soberanía no debe estar en duda, pero ante una de las naciones más poderosas del mundo, se llama a tejer fino, a buscar los acuerdos y no claudicar en una lucha en la que vamos todos en medio.
Canadá ya anunció que también pagará con la misma moneda a Estados Unidos: aranceles del 25% a todos sus productos. ¿Ese es el anuncio que esperamos de México? ¿Es la vía correcta? Los especialistas dicen que no.
Recesión. Aumento en las tasas de interés. Subida del precio del dólar y la baja de las bolsas de valores, formarían parte del panorama de los próximos meses si no hay acuerdos.
El jueves la presidenta anunció una comunicación con el presidente Trump vía telefónica previo al anuncio de sus acciones “arancelarias y no arancelarias” que dará en el Zócalo el próximo domingo.
A como se ve, esta llamada será crucial para el camino que se deba tomar.
Mientras los protagonistas de este póquer político siguen viendo que harán, nosotros como espectadores debemos cuidar nuestro dinero y no arriesgarlo en un momento inoportuno.
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