Por: Irisdea Aguayo
La publicidad es ciencia.
Las grandes marcas invierten millones de dólares en investigaciones con especialistas para crear campañas que no solo promocionen productos, sino que los conviertan en verdades incuestionables en nuestra mente.
El neuromarketing, una mezcla de neurociencia y mercadotecnia, estudia cómo el cerebro responde a estímulos publicitarios, utilizando herramientas como resonancias magnéticas funcionales, electroencefalogramas, y análisis avanzados que incluyen psicología del consumidor, etnografía, estudios culturales, focus groups, pruebas de eficiencia y big data. El objetivo: lograr mayor conexión emocional y memorabilidad.
Las campañas exitosas activan lo que se conoce como el «efecto de verdad ilusoria», haciendo que mensajes repetidos se sientan como realidad. Así trabajan marcas como Coca-Cola, Nike o Disneyland, que no solo venden productos, sino experiencias y emociones.
Aunque todos sabemos que el tiempo en familia es clave para la crianza y la confianza de nuestros hijos, muchos creen que solo con estar físicamente presentes es suficiente. Sin embargo, un estudio de Visit Anaheim reveló que los padres en Estados Unidos pasan, en promedio, 60 minutos al día con sus hijos, incluyendo comidas y traslados. ¿Cuánto de ese tiempo es realmente de calidad?
En México, la situación es aún más crítica: solo 7 minutos ¡a la semana! se dedica al tiempo de calidad con los hij@s.
Los psicólogos recomiendan conectar verdaderamente con los niños mediante cuentos, masajes, juegos o conversaciones sinceras. Sin embargo, la realidad suele ser distinta: muchos padres llegan a casa, revisan tareas y, como «recompensa», ven televisión o el celular. ¡Adiós a la conexión!
Empresas como Disneylandia han sabido capitalizar esta necesidad, ofreciendo “momentos memorables”; incluso existen aplicaciones diseñadas para este fin.
Todos los sectores económicos, incluso los políticos utilizan esta información a SU FAVOR para lograr sus propios objetivos, mientras nosotros mismos, ignoramos esta necesidad fundamental PARA NUESTROS HIJ@S.
Espero que esta información te sea útil para mejorar tu vida y la de tu familia.
¡Piensa!
¿Cuántos minutos al día miras a los ojos a tus hijos o a tu pareja para decirles cuánto los amas, o qué es lo que más desean en la vida?
Gracias por tu atención, y por favor, ¡Sonríe! Recuerda que siempre puede ser peor.